Cuando vayamos a la pescadería de confianza le pedimos al pescadero que nos abra la dorada para hacerla a la espalda.
Una vez en casa la limpiamos bien bajo el grifo y secamos con papel de cocina.
En una sartén con un par de cucharadas de aceite doramos un par de dientes de ajo picadito junto a un par de guindillas a las que les quitamos las semillas para que no piquen mucho y una ramita de perejil picado, reservamos.
En una plancha bien caliente a la que le damos con una brocha un poco del aceite de ajo, asamos la dorada con un poco de sal.
Una vez asada le añadimos el aceite con el ajo y perejil, desechando la guindilla. Emplatamos con un gajo de limón.
Acompañamos con una buena ensalada y a comer.
A la espalda, boca arriba, boca abajo, con esa pinta me la como como tú quieras...
ResponderEliminarBesos
Que pintaza tiene Maria José, la dorada de cualquier manera, pero así se ve muy rica, me la apunto. Besos
ResponderEliminarYo también!, a la espalda, boca arriba o abajo...incluso debajo de la cama!!:) trae esta dorada..que tengo hambreeee!!!! :)
ResponderEliminarbesitos linda!
pues mira, yo nunca la hice....y tiene una pinta fantásticaaa!!
ResponderEliminarbss
Sale espectacular. Un besazo.
ResponderEliminarLa verdad que tiene una pinta bárbara se ve muy rica besos
ResponderEliminarME LA QUEDO, PARA LA DIETA
ResponderEliminarTengo yo en el congelador dos brequitas cortadas así que pronto verán la luz
ResponderEliminarBesitos
Una delicia y muy saludables, una receta muy rápida y sabrosísima, ya sabes que me encanta el pescado.
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