Así que fría tiene que estar de vicio, ya me dirá mi hija como está la tarta fresquita y mi marido, pues me he traído a casa un trozo y en la nevera está.
Para la base:
1 paq. de galletas tipo maría
75 g. de mantequilla o margarina
Para la tarta:
3 huevos L
140 g. de azúcar
300g. de queso quark
2 yogures griegos
100 ml. de leche
1 vaso (medida del yogur) de maicena
1 sobre de levadura royal
Cobertura: Mermelada de arándanos
Elaboración:
Lo primero que vamos a hacer es triturar las galletas añadirle la mantequilla que derretiremos en el micro. Integrar bien los ingredientes.
El molde que utilizaremos será desmontable, ponemos papel de hornear en la base y el aro lo engrasamos y enharinamos, Colocamos las galletas trituradas en el fondo del molde, apretando bien y lo dejamos en la nevera mientras preparamos la masa de la tarta.
Bueno vamos a la elaboración de la tarta. Batimos los huevos con el azúcar hasta que casi doblen el volumen y el azúcar esté bien integrada.
Añadimos el queso quark, yogures y leche. Batimos
A continuación añadimos la maicena con la levadura pasándola por un colador y batimos.
Horneamos a 180º con el horno previamente caliente y a ser posible con ventilador unos 55 minutos, cosa que varía segun el horno.
Si vemos que se nos dora antes de tiempo y para que no se nos queme, tapamos la tarta con papel de aluminio.
Cuando pinchemos el centro y éste salga limpio es que la tarta ya está.
Sacamos del horno y dejamos enfriar, cosa que yo no hice pues sólo la dejé templar.
Bañamos con mermelada de arándanos y a comer.
Espero que os guste.