1/2 kg. de sangre de pollo cocida
1 cebolla
2 dientes de ajo
3 cdas. de aceite de oliva virgen extra
Un chorrito de vino blanco -como 3 cucharadas-
Sal
Pimienta negra recién molida
Elaboración:
Cortamos la cebolla en juliana y los ajos en láminas.
Ponemos una sartén al fuego con el aceite y cuando esté caliente añadimos la cebolla y ajos con un pellizco de sal. Dejamos pochar hasta que la cebolla esté transparente.
Mientras se hace la cebolla, cortamos en cubos la sangre.
Cuando la cebolla esté, añadimos la sangre a la sartén, salpimentamos, removemos y rehogamos durante un par de minutos. Agregamos el vino y dejamos cocer hasta que se evapore -a fuego medio-
Emplatamos, en esta ocasión nos la comimos para cenar, con una ensalada de tomates con ajos y unas fresas bañadas en zumo de naranja de postre.
Espero que os guste
Hola tocaya yo tambien soy Andaluza y de Jaen, se nota porque tenemos los mismos gustos, yo tambien preparo asi la sangre, te ha quedado muy bien,
ResponderEliminarMe quedo contigo ,un besito Ana.
Si quieres visitarme cocinandoconanamari.blogspot.com.es/
No puedo con la casquería... excepto la sangre (toda regla tiene su excepción ¿no?). Me encanta con tomate y como tu nos cuentas en el post, encebollada. En ambos casos, con un bollo de pan para mojar... ;)
ResponderEliminarUn plato delicioso para mi gusto, con ese sabor especial… una delicia, y siempre tierna sin huesos ni tendones, jaja. Hace tiempo que no la como pero tengo el sabor tan grabado que parece que las estoy comiendo... me encanta. Saludos amiga mía.
ResponderEliminarNunca he probado la sangre de pollo. Y no niego que me gustaría probar este plato.
ResponderEliminarSe ve muy, pero que muy rico...
Un besito.