Esponjoso, suave y delicioso, todo el mundo lo conoce, pero no por ello voy a dejar de ponerlo.
Ingredientes:
3 huevos (L) ó 4 (M)
1 yogur de limón o en su defecto 1 blanco y ralladura de 1/2 limón
2 vasos (medidad del yogur) de azúcar
2 vasos de harina
1 vaso de maicena
1 sobre de levadura
1 vaso de aceite de girasol
Almíbar:
4 cdas de agua
1 copa de ron
100 g. de azúcar
Decoración:
Azúcar glass
Almendras laminadas
Elaboración:
Separamos las claras de las yemas y batimos con la batidora las claras a punto de nieve con un pellizquito de sal.
A continuación incorporamos las harinas que previamente hemos tamizado junto a la levadura.
Cuando estén las harinas bien incorporadas añadimos el aceite, batimos hasta incorporar a la masa.
Dejamos reposar la masa unos minutos, mientras tanto engrasamos con margarina la olla y enharinamos, quitamos el sobrante de harina.
Ponemos a calentar el difusor de la olla a fuego medio.
Volcamos la masa en la olla y le damos unos golpecitos sobre la encimera, a fin de que se reparta bien la masa.
Tapamos la olla y la colocamos sobre el difusor (tiene que quedar bien centrada). Bajamos el fuego casi al mínimo y cocinamos unos 30 minutos. Con el olor que desprende sabremos que está hecho, pero pinchamos para cerciorarnos de que salga limpio.
Sacamos de la olla dándole la vuelta como si de una tortilla se tratara y volvemos a darle la vuelta (ésta vez a la fuente donde lo vayamos a presentar).
Hacemos el almíbar con el azúcar, agua y ron. Bañamos el bizcocho y esparcimos con ayuda de un colador azúcar glass por encima.
A mí no me dió tiempo a hacer la foto del bizcocho entero pues nada más lo saqué de la olla empezaron a comerselo.